domingo, 16 de noviembre de 2008

2º gobierno-Perón estímulo del consumo

La política seguida para superar la crisis buscaba que las medidas fueran acompañadas por igual sin distinción de clases ni recursos. Se dispuso la restricción de la faena de terneros y que la matanza de un día por semana se destinara a la exportación, prohibiendo faenar otro día a la semana. Se reemplazó el tradicional «pan blanco» de harina de trigo por uno realizado con una mezcla de trigo y centeno, señalado por la oposición como «un símbolo de la decadencia peronista».
Desde el Gobierno se concibió esta situación como una «pausa» en el crecimiento económico del país para enfrentar lo que se consideraba una crisis de desarrollo. Era necesario contener la inflación, equilibrar la balanza comercial y de pagos y reactivar la producción agropecuaria. Invocando un pacto social con sacrificios compartidos, se implementó un congelamiento de salarios (extendiendo la vigencia de las convenciones colectivas a dos años) y de precios, luego de algunos reajustes. Se ligó la reducción del consumo interno (carne y cereales) al incremento de los saldos exportables. Mientras, se ejecutaba una política de austeridad en el gasto público, la política económica se la reorientaba, siendo el sector agropecuario el más favorecido tanto por los precios como por la política crediticia.
En 1952 se crea la Comisión Nacional de Precios y Salarios cuya función era vigilar el cumplimiento de las normas que rigen la relación entre ambos elementos. La misma estaba compuesta por tres representantes de los empresarios a propuesta de la Confederación General Económica (CGE); de los trabajadores designados por la Confederación General del Trabajo (CGT) y de los consumidores, designados por la Presidencia. El control de precios funcionaba de diversas maneras. No solo se buscaba castigar, sino que también se estimulaba con la competencia.
( Como no me aclaraste lo tomé como 2º gobierno)

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